Con una prosa delicada y luminosa, Tennessee Williams evoca los caprichos del amor, la crudeza de la soledad, la tensión y el desengaño que esperan escondidos bajo la pulida superficie de las convenciones sociales. Minando los silencios y las oscuras discreciones de la vida provincial de los EE. UU. de los años cincuenta, Williams descubre unos personajes con vidas enajenadas, encerrados en ambientes opresivos en los que se sienten solos y relegados. Hombres y mujeres que se debaten con sus propias pasiones y deseos, lanzándose a desenfrenadas aventuras con las que tratan de mitigar la carga de su propia melancolía.
Un libro inédito hasta la fecha en castellano en el que Tennessee Williams nos narra, en ocasiones de manera inesperadamente divertida, las historias de unas vidas que se desintegran. Relatos que trazan los momentos más íntimos y transformadores de la experiencia, cuando la vida se vuelve borrosa y la fragilidad de las convicciones adquiridas se desnuda. El sentido del humor, la ironía, la intimidad, la camaradería y la compasión son las armas de estos personajes ante la dureza del mundo que los rodea. Todos ellos vagabundean en el territorio del deseo, el lugar en el que se desvela la ambigüedad de la existencia.

En esta novela, el narrador presenta algunos elementos característicos de la vida del propio autor: una madre posesiva, la aventura neoyorquina emprendida por un joven escritor en busca del éxito, el amor homosexual, la búsqueda de una voz propia como creador y el miedo a la soledad y a la vejez.

El relato, escrito en primera persona en cuadernos escolares, narra la vida del protagonista, ya treintañero, que llegó a Nueva York diez años atrás, cuando conoció a Lancet, un patinador negro.

Muerto a causa de las drogas, Lancet le presentó a su mejor amiga, Moise, una pintora instalada en Greenwich Village, rodeada de la bohemia del lugar y quien, al inicio de la novela, organiza una fiesta en su estudio para anunciar algo importante en su vida: su retiro definitivo del mundo de la razón.

Memorias es un libro imprescindible para los aficionados al cine, el teatro y la gran literatura. A raíz de su publicación a final de los años sesenta, la figura del autor provocó un escándalo.

Tennessee Williams ya era una celebridad mundial cuando, a finales de los años setenta y a raíz de la publicación de sus Memorias, se convirtió en el centro de una de los mayores escándalos acaecidos en la vida literaria estadunidense.

El desparpajo y la sinceridad con que el autor hablaba de su vida amorosa homosexual, unidos a su conocida tendencia al alcohol y las drogas, provocó la indignación de la crítica dominada por el puritanismo.

El autor hoy un clásico de la literatura del siglo XX, narra en estas páginas una infancia y adolescencia arruinadas por una madre neurótica y posesiva, la sombra de la enfermedad mental de la hermana y los temores de una sexualidad que lo hacía diferente. Sus primeros éxitos en la escena, sus amistades con las estrellas más glamurosas de Hollywood, su relación sentimental con Frank Merlo y celebridad no consiguieron aliviar los estragos de un temperamento depresivo.

Estas Memorias son un libro imprescindible no sólo para los miles de admiradores del autor de obras como, entre otras, El zoo de cristal, Un tranvía llamado deseo o La primavera romana de la señora Stone, sino para los lectores aficionados al cine, el teatro y la gran literatura.

Una gata sobre un tejado de zinc es la crónica de una crisis matrimonial en la que asoman represiones homosexuales y abismos alcohólicos, un mordaz retrato de familia.
El análisis perfecto de un loro es una breve obra en un acto en la que dos bellezas sureñas en decadencia dialogan y se emborrachan en el bar de un hotel.

Un tranvía llamado Deseo fue el segundo gran triunfo del autor. Su enloquecida heroína, Blanche Dubois, se enfrenta, sin aceptarla, a la perentoria adaptación a los nuevos tiempos representada por su hermana y su rudimentario marido.
El zoo de cristal es el retrato de una familia del Sur venida a menos, con una madre dominante y nostálgica, una hija lisiada y un hijo que se evade de este opresivo entorno yendo al cine.

Una novela ácida y turbadora con la que Bruguera recupera la obra narrativa del conocido dramaturgo estadounidense Tennessee Williams

Con precisión y sarcasmo no exento de piedad, Tennessee Williams traza en esta novela excepcional la deriva de Karen Stone, gran dama norteamericana, viuda adinerada y diva legendaria por su hermosura y su brillante carrera de actriz aclamada en los teatros de Nueva York, Londres y París. Instalada en una Roma sensual y decadente, desorientada con la nueva vida que se dibuja en su horizonte una vez alcanzada la edad madura, cuando la belleza se marchita, la señora Stone cede a la compra del amor en brazos de un joven gigoló, bello y cruel, en plena primavera romana. Obra con la que Tennessee Williams demostró que no sólo era uno de los clásicos del teatro del siglo XX sino también un narrador de primera línea, esta novela fue llevada al cine, para gran escándalo del público de la época, e interpretada por la memorable Vivien Leigh y Warren Beatty.

A excepción del último de ellos, fechado en 1944 el mismo mes en que falleció su abuela, los relatos de Tennessee Williams reunidos en «Ocho mortales poseídas» fueron escritos a principios de la década de 1970. Son piezas de madurez, pues, en las que el autor parece volver la mirada a los temas y personajes que lo convirtieron en un clásico desde una nostalgia mordaz y un humor grotesco.
«Si no se es capaz de hablar en susurros, lo sabio es gritar», y esta sabiduría del grito preside la semblanza de ocho mujeres que no se resignan a verse atrapadas ni en la «conspiración de mediocridad» a la que las somete el mundo ni tampoco en la irreductible mortalidad que les impone el destino